210. No cabe duda que el mejor prólogo para empezar es el que hizo el poeta y amigo suyo Felipe Benítez Reyes advierte muy sabiamente.
«Rafael es un poeta de tonos muy variados, porque muy traída y llevada ha sido su biografía. Del registro simbolista de Antonio Machado pasa al registro canalla de Manuel Machado. De la poesía popular pega un giro al epitafio bromista. Canta a sus novias y canta las bodegas de su pueblo. Reflexiona ante un paisaje o medita ante una copa de vino. Nos habla de sus viajes por el mundo o de sus viajes alrededor de los territorios brumosos del recuerdo. Puede ser elegíaco y celebratorio. Evoca su niñez y evoca a sus difuntos. Y así. Lo suyo viene a ser, como quien dice, el poliedro».